Aprender es un proceso de la mente que no tiene fin. "Nunca te irás a la cama sin haber aprendido algo". Pués bien, uno de los procesos necesarios para una buena interpretación en público, es la visualización; hay que aprender a visualizar. Tienes que tener la suficiente seguridad para poder interpretar con confianza, no puedes salir al escenario inseguro, no puedes dejar lagunas en la memoría de la obra que vas a interpretar, tienes que visualizar mentalmente la pieza, tienes que verte a ti mismo, como si fuera una pélicula que te has grabado antes y la sabes de memoria. Tienes que visualizar toda la partitura, como mueves tus dedos (digitación), como son las progresiones armónicas y sobre todo tienes que tener seguro todo el esamblaje de la obra.
Hemos dicho que la visualización es un proceso de la mente, que antes grabaste en tu "cabeza", es una habilidad que se practica y se aprende, es una poderosa herramienta.
Conoceis la metáfora del leñador tenaz, puedes echarle un vistado y te darás cuenta que no solo vale con intentarlo, hay que intentarlo bien.
Por último y debido a los resultados obtenidos con el método de visualización, y no solo en el campo de la actuación en público, si no también, en el deporte (el deportista visualiza la escena), en la búsqueda de empleo, etc, se ha visto que, aplicando la técnica de visualización, supongamos una escena placentera, disminuye la frecuencia cardiaca y la presión arterial, se produce una relajación orgánica, etc, si por el contrario imaginamos que estamos subiendo una montaña, ocurre todo lo contrario.
Ya estamos casi preparados para garantizar una comunicación interpersonal cara a cara con el público. Te has parado a pensar que si eres buen conversador disfrutas de ello y conversar en público llega a ser gratificante, incluso puede "enganchar", pues interpretar es lo mismo, transmites y te transmiten. Poner los cinco sentidos cuando se comunica es la clave. El miedo es un riesgo pero también una oportunidad, si lo controlas puede ser un estímulo para el transmisor.
Decía Marco Tulio Cicerón ( 106-43 a C.), que el arte de hablar consiste en dos cosas: la acción y la elocución y puede ser aplicable a la interpretación. La acción es como hablar (como tocar), integra el movimiento; la elocución es el tono en que lo dices (gesticulación, tono, etc).
Como es lógico, no vamos a exponer "in extenso" un tema como este, existen multitud de tratados sobre la técnica de visualización y relajación, quizás te interese consultarlos.
La visualización es positiva.
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